Toma y daca de Álvaro Menén Desleal

El negocio es sencillo: toma y daca.
Aún me resta un poco que he de dar
a vosotros.
Después se rinden cuentas, es verdad,

El negocio es sencillo: toma y daca.
Seguidme quitando el corazón
a girones, a mordizcos, a empellones.
Después se rinden cuentas, ¿no?

El negocio es sencillo: toma… y daca.
Hambrientos de mi, sedientos de mi
inconsolables de mí, yo os digo:
la vida es siempre un toma y daca,
un dar y recibir…
Y yo ya di.