A Pedro García Domínguez
Una hermosa mentira te acompaña,
pero no llega a acariciarte.
Sólo sabes de ella lo que dicen,
lo que te explican libros enigmáticos
que narran una historia fabulosa
con las palabras llenas de significación,
llenas de claridad y peso exactos,
y que tú no comprendes sin embargo.
Pero tu fe te salva, te mantiene.
Una hermosa mentira te vigila,
aunque no puede verte, y tú lo sabes.
Lo sabes de esa forma inexplicable
en que sabemos lo que más nos hiere.
Llueve desde los cielos tiempo y sombra,
llueve inocencia y loco desconsuelo.
Un incendio de sombras te ilumina,
mientras la nieve apaga las estrellas
que una vez fueron permanentes ascuas.
Una hermosa mentira te acompaña;
a infinitos millones de años luz,
intacta y compasiva, se extiende la nevada.