Un domingo de Armando Rubio Huidobro

La tarde se asolea, azul,
en la plaza. Las palomas se congregan
luminosas y amargas
entre volantines y esferas
que se enredan en los cables.

Un niño llora
su gorra marinera
en la cabeza del lustrabotas.

Los hombres sueñan.

La tarde gira
en la manivela
del organillero.