Una carta, un poema, una música, un llanto…
¿Cómo te apreso, cómo te amo o me consumo?
¿Nuevas muertes u otras vidas? Restituidme
a los gélidos féretros del verbo y de la carne.
Una carta, un poema, una música, un llanto…
¿Cómo te apreso, cómo te amo o me consumo?
¿Nuevas muertes u otras vidas? Restituidme
a los gélidos féretros del verbo y de la carne.