1
Una mujer de ron y esmalte negro,
flequillo y vagina cosmopolitas,
me abre sus piernas tras los cristales del mueble.
Es la niebla
2
Veladamente,
descorriendo pestillos,
ha llegado hasta mi cuarto
una pantera translúcida con la piel de diamante
que me morderá la nuca cuando menos lo espere.
Es el deseo.