Vamos, no llores…
La infancia se ha perdido.
La juventud se ha perdido.
Pero la vida aún no se ha perdido.
El primer amor ya pasó.
El segundo también pasó.
El tercer amor pasó.
Pero aún continúa vivo el corazón.
Perdiste a tu mejor amigo.
No realizaste ningún viaje.
No posees tierra, ni casa, ni barco,
pero tienes un perro.
Algunas duras palabras
en voz tenue, te golpearon.
Esas, nunca, nunca cicatrizan.
Sin embargo, ¿existe el humor?