«Venías de tan lejos…» 1935
Variación N° 5
Venías de tan lejos que ya olvidé tu nombre.
Venías de tan lejos… Mejor que no llegaras…
Sonatas de silencio y en claves inaudibles
contúrbanme el sentido con tácita latencia.
Cantatas de silencio, con voces abolidas
me inundan, cataratas sordas, mudas, de hielo…
Venías de tan lejos… Mejor que no llegaras,
mejor que no advinieras…: llegabas de mí mismo.
Función, mito, entelequia, trasunto, resonancia
de malhadados sueños sin apenas relieves,
sin apenas volumen: fantasma de quimera,
claridad incorpórea, sombra de fantasía:
eco, luz, cavilancia
-verberación del sueño-,
poema sin raigambre para en jamás escrito.
Venías de tan lejos que ya olvidé tu nombre.
Venías de tan lejos… Mejor que te quedaras…
Sonatas de sortílego fervor -imperfectibles-
contúrbanme el sentido -substancia sin presencia-.
Cantatas jubilosas, patéticas, transidas,
me invaden, cataratas de pasión sin anhelo.
Venías de tan lejos, mejor que te quedaras,
mejor que no advinieras: te nutría mi abismo.
Eras trasunto: recolmaste mi espíritu y mi estancia.
Eras mis sueños y resueños inútiles y densos o asaz leves.
Función o Cavilancia. Fata irreal, y única, y verdadera.
Claridad, eco, sombra, lumbre: si todo a ti me asía!
Substancia, resonancia,
ficción… Cordial, filtro o beleño…
Poema incorporado. Rito sensual, Sollozo, Extasis. Grito.
Venías de tan lejos que ya olvidé tu nombre.