Venus de Federico García Lorca

A la señorita Argemira López
que no me quiso.

Efectivamente
tienes dos grandes senos
y un collar de perlas
en el cuello.
Un infante de bruma
te sostiene el espejo.
Aunque estás muy lejana,
yo te veo
llevar la mano de iris
a tu sexo,
y arreglar indolente
el almohadón del cielo.
Te miramos con lupa
yo y el Renacimiento.