Amiga mía eres tierna hasta el delirio
aquí está la hierba que sube por tus piernas
qué llama ligera
puesto que en cada oreja una anémona
la tierra jamás escucha las palabras que uno quisiera
hagamos nacer mariposas suscitando inquietudes
suscitando caléndulas para huir a no importa dónde
no demasiado pero sin embargo
¿no es así?