Escribe pobre engendro Nerudiano,
pero esta noche no escribas los versos más tristes,
escribe de una vez las rimas más alegres,
pero escríbelas tú ¡No se las copies a Bécquer!
Escribe, maldito amante despreciado,
escribe algo puro, que no se refleje tu alma,
cántale a tu sombra que es lo único que amas
y entierra ese pasado horrible, tan lleno de pecados.
Escribe, peón marchito y trastornado
Escribe hasta que sangres por las manos
y cántate a ti mismo, como lo hizo el gringo loco,
escribe, aunque el sol esté saliendo, no lo mires cierra las ventanas,
no lo sientas, baja las cortinas y persianas…
¡Escribe! ¡Escribe! ¡Escribe!
Para que cuando tú mueras, pueda yo seguir viviendo.