Y el niño aquella noche
le pidió a la niña que le odiara;
y ella, recogidas las manos en su cintura,
lloró en grieta el largo camino de la palabra,
fría de silencios y de tiempos,
de quien antes le pidiese que le amara.
Y el niño aquella noche
le pidió a la niña que le odiara;
y ella, recogidas las manos en su cintura,
lloró en grieta el largo camino de la palabra,
fría de silencios y de tiempos,
de quien antes le pidiese que le amara.