A mi madre de José Acosta

(In memoriam)

Aquí hubo una mujer, lo huelo, lo adivino
comprendiendo este vacío donde el aire
teme integrarse a su nada y ser mujer
adquirir vientre y figura para que
yo la ame y la atormente como un hijo.
Nada quiere ocupar este hueco
este borde azul que ha dejado una mujer.
Nada se escancia, se derrama adentro
se arriesga a ser su forma, su pecho
su alegría. Sólo yo avanzo triste
por el secreto misterio de su mano
y subo a su memoria
donde ella está intacta aún como un
perfume
y la busco desde donde ella partió
a ser eterna.