Deja el monte, garzón bello, no fíes
Tus años dél, ni nuestras esperanzas;
Que murallas de red, bosques de lanzas
Menosprecian los fieros jabalíes.
En sangre a Adonis, si no fue en rubíes,
Tiñeron mal celosas asechanzas,
Y en urna breve funerales danzas
Coronaron sus huesos de alhelíes.
Deja el monte, garzón; poco el luciente
Venablo en Ida aprovechó al mozuelo
Que estrellas pisa ahora en vez de flores.
Cruel verdugo el espumoso diente,
Torpe ministro fue el ligero vuelo
(No sepas más) de celos y de amores.