No lo consiente firmeza
ni lo sufre la piedad:
combida con la belleza
y despedir con la bondad.
Como los descaminados
siguen a tino de lumbre,
así ban los livertados
a vos dar su servidumbre;
y apenas vuestra belleza
les ha dicho: «Reposad»,
cuando les dice nobleza:
«Andad, amigos, andad.»