Gozo mezclando mis cabellos con vosotras, hojas del otoño,
corriendo por el bosque loco, resbalando, riendo y arañando
mis mejillas en vuestras formas rugosas.
Me alegra poder lanzar
en el Otoño rojo mi grito solo y profundo
bajo las bóvedas de oro seco, en el susurro del viento.
Me gusta huir, caer y reír sobre la tierra adornada
por los mil labios de tu sonrisa amarilla,
Otoño!
Versión de Pablo Neruda