Aleta caudal de Alfredo Lavergne

A la hora en que el sol se va
El cielo es de oro
El mar de plata
Y el puerto más cercano
Es la alcayota podrida de la paciencia colectiva
Y son los elementos pobres de esta cultura
Y se inclinan
Y se arrastran
Y giran
Porque también en esa ciudad el primer verbo es comer.
Me suelto
Y el barco rompe el agua
Y ella su huella.