Alto mañana de Claudia Herodier

Yo, la hija del extranjero
que lleva una india tras la cara,
alzo mis manos en las cumbres
y pateo firme la tierra larga.
Yo, la mujer blanca
nacida, criada y amamantada
en estas tierras americanas,
con mi pedazo de canela
creciéndome en las enaguas,
con una raíz en la distancia,
doy mi follaje, gaviota,
barco, vela, espacio, tiempo,
rayo del sol, lucero del alba,
petate, jarra;
de mi resina se alimentan
todas las aguas.
Yo, la mujer que alza su rostro
sobre las pirámides de nácar,
y lleva por vestido un monte,
y por penacho, cinco nostalgias.
Yo, la desposeída del propio
futuro,
dueña majestuosa del más alto mañana,
llevo en los pies cascabeles
y rasco y horado un pasado de obsidiana.