‘… Sé cebra hoy. Desnuda, una infinidad de rayas blancas
y vaga libre, en rayas negras, sobre el valle rojo de la cama’
– se lee que es así, como está comenzando este poema –
Y ‘entrecierro los ojos’
como dice que dice, más adelante, el capítulo ‘dos’… de tu novela.
Ese en el cual Dios con su enorme miembro erecto,
desde un cuadro benedictino – bendecido – inaugura al ‘Big Bang’
con dos certeros golpes.
Quién? Qué bombero en ‘Las Gemelas’
juntará nuestros huesos / pelos / entrañas…
luego de tanto, tanto amor?
Ahora, (en el ‘después’ del corrector) en la plaza mayor
de tu ciudadela
todo un pueblo con hambre ha entrado a mostrar sus pancartas
de revancha
y al retirarse, como la bajamar más humilde – la más blanca –
ha dejado un monumento de sal,
ground zero
ground zero
– soy yo –
un único ojo mirando fijo, hacia la portada,
en donde Tusquets decidió
que estuvieran tus ojos marrones,
toda tu latina mirada…
Crées que fué un lince? el que cruzó, ante nuestros sueños…?
sangro…
sangras…
Manhattan sangra.
Bellamente
‘… en tu voz la naturaleza toda ronronea
y tus pelos negros descansan, sobre mi pecho’.
… dice (en lo que a mi respecta) que finaliza así, este herido poema.
P.D:
Es 11 de septiembre amor, y no hay nada mejor que amarte, verdad…?