Hasta el fin de los tiempos
alabaré sus dientes.
Cuando los miras, ante tus ojos aparecen
como una de las muelas de pulir.
Dirías que los genios de Salomón
construyeron su boca, como Palmira,
con rocas y columnas.
Te guía a oír la melodía de sus palabras
algo como el silbido
de soplar en los nudos en la magia.
Tiene, en fin, una boca como vulva,
y de su misma forma, ‘cuyas olas
cubren de espuma ambas orillas’.*
*La frase entre comillas es el segundo hemistiquio del
verso 45 del famosísimo poema de an-Nabiga ad-Dubyani (segunda mitad del siglo VI), excusándose ante el rey de Hira, anNu′man, donde compara a éste con el Éufrates (Diwan an-Nabiga ad-Dubyani, Beirut: Dar Sadir-Dar Bayrut, 1383/1963, págs. 30-37) Nota de la traductora