Yo tenía un hermano.
A pesar de todo, era un buen hermano.
Amaba la poesía y odiaba lo injusto.
Por eso lo amaron las muchachas del barrio.
Un día dijo: ‘Hermano, hay que luchar…’
Hoy cumple años (no tiene cruz su tumba)
y llevo una flor.
Roja, como él la quería.