Desde un rincón del día dorado
escondidas flores me llaman.
-¡Por tu amor sé escucharlas!-
Me recuerdan tu alma,
¡ay, sólo conocida por los ángeles!
Sólo flores,
las escondidas flores
cantan!
Sabemos sólo flores
sobre ellas,
apenas apoyadas
tu cara -y tu alma
y mi cara- y mi alma.
Desde un rincón del día dorado
escondidas flores me llaman.