Capaz de reverbero
el vacío musita
e incisiva se inicia la vibración
como grieta en la nada.
En su alear asciende,
para a la llama, el verbo,
y fluye virginal lo tangible.
Oh forma que detiene sucesiones
mas incesante mana.
Mece Orfeo la serpiente
y el veneno transmuda
de letal violencia
en lasitud de uva,
melosa y apacible,
que oro solar anuncia
y rosijo encendido,
rubor de la espesura.
Cual fuego de artificio
se eleva la voz de la soprano
y en racimo se esparce
y destella cadencias que titilan
antes de que devore su fulgor la sombra.
También existe un ave
que en arco esplendoroso
más de doscientos pájaros
remeda con su don.
Es mi amado el que siempre está escondido,
el que no osa tomar cuerpo en este barro,
el que apenas esboza su existencia:
un asomo de ser que no se agota.
En mi tumba la alada madreselva
con su aliento susurra y resucito
virgen de cuerpo y de palabra.
II
Sin ver si tu invisible ser
en mis entrañas:
tu voz en los celajes de mi noche.
Al hilo indescifrable de tu mente,
mi mente, ciega, sin error se adecua,
sabiduría oculta:
número de la llama.