Dime, carácter mío de mierda,
¡qué difícil vivir con él!;
imagínate, desde que nací
te arrastro por todas partes.
Mira, tan sosegado ahora, pecio de
barco encallado. Apenas piensa,
apenas respira con demacrado
tórax en quilla.
Buenos días, tú, buenos días en la oscuridad.
Vaya hombre, un error, nosotros juntos yo,
nosotros los muchos los insoportables,
quienes unos a otros se amargan las horas.
Dime en la oscuridad: buenos días.
Vida contigo arrastro por todas partes
desde mi nacimiento. Imagínatela
insoportablemente encallada.
¡Vete a la mierda!, carácter. ¡Vete a la mierda!, pecio.