era una casa de niebla
ahí en la cima de la nada
con sus muros de basalto
y al dintel la madrugada
cuántos placeres nos daba
reír con la luna blanca
jugando a las escondidas
con las horas que danzaban
era una casa de niebla
ahí en la cima y en la nada
casa niña de inocencia
jugando con sus hermanas