Cazador de fortuna de Ana María Ardón

Dormida está tu bestia
aburrida tu vida
amodorrado tu ángel

Apagada tu risa
tu deseo atontado
indiferente

Escaso de pulsiones
se te pasa la vida

A ratos te preguntas con dejo de nostalgia
dónde se fue tu juventud
y una vocecita chillona
en tu interior responde:
«ascendiendo»
«ascendiendo»

No hay duda eres insensible
está hueco
vacío
me das hueva