‘The Image of Eternity: the sea’
Lord Byron.
Dedicada al poeta que ha comulgado con las multitudes: Víctor Domingo Silva.
Como oleadas que se agitan,
se revuelven, se estremecen, gimen, gritan
en mi pecho las tormentas del amor;
y cual toros de fornidas, torvas testas
y pupilas inyectadas y enhiestas,
ya se escapan mis protestas,
mis protestas de dolor.
Mar rugiente donde fluyen y refluyen los enojos
de mi raza, tal es mi alma dolorida
donde rugen iracundos cantos rojos;
en mi pecho toda fibra estremecida
es como una gigantesca ola de llanto
y cada ola -cada fibra- forma un verso de mi canto,
y es mi canto de alma herida
como un grito de tormenta enfurecida,
como un ay de rebelión
Mar rugiente,
mar hirviente
es mi alma estremecida
al vibrar con el amor,
como el mar ella canta y modula los poemas.
Los poemas de mi vida,
que son gritos y anatemas
de dolor.
Como el mar, profundo abismo
que se agita, tal es mi alma toda llena de idealismo.
Como el mar y sus oleajes
y sus ímpetus salvajes,
en mis cantos y en mis giros tan diversos,
se retuercen las ideas de mis versos.
Como el mar que modula sus canciones
-sus canciones formidables, sus tormentas y tormentos-
es mi alma que modula sus lamentos
que son cantos que predicen las futuras,
las tremendas, formidables rebeliones!…