Abril ha llegado con el atraso de las hojas
el susurro del arco en la vena de la medialuna
la cabeza que arde en el eco del infierno.
Si llegas a saber quién soy
o esperas que te nombre entre tanta ruina
pondré un beso en el nadie que se existe.
Partida en mi deseo, cereza de carne,
la que me nombra en mí es la muerte en el espejo
lo nocturno que roe la palabra
en el espejo muriendo.
Y desnudamos la piel, la horca
del que pende de la aurora y del sueño