Un coro de ángeles juega con sus voces:
trisagios, improperios, dies irae;
antífonas, kirieleison, misereres;
benedictus, baladas, sinfonías;
magníficat, angélicas, salmodias…
Los ángeles se cansan de tanta algarabía,
porque saben que al estado de gracias
solamente se llega
cuando el silencio habita.