Bailo
con mi hija en brazos.
Comencé
para calmarla.
Hace rato que duerme
cesó la música
y yo sigo bailando.
He improvisado una danza algo salvaje:
vueltas a derecha e izquierda
ritmadas por golpes de talón
y gritos sofocados.
Se ha hecho de noche.
La cuna quedó atrás
el cuarto quedó atrás
la casa quedó atrás.
Avanzo
mientras bailo
por una tierra de incendios y humaredas.
Bordeo los cráteres
busco aberturas en las alambradas
evito los cadáveres
Las trincheras me obligan a dar largos rodeos.
Bailo y avanzo
giro, vigilo y giro.
Afortunadamente
mi hija sigue durmiendo.