De golpe

«De este puro amor mío tan delicadamente idiota.»
Rafael Alberti

De golpe
me estremezco como si siete grados
bajo cero
sacudiesen el tedio sin contar para nada
con mi visión del mundo
y de la explotación.

Pero los lapiceros, las sandalias,
lo que me habría gustado ser piloto…

y ahora llegas tú
con veinticinco mil maneras de acariciar mis dedos
aunque no estés de acuerdo con lo que yo
pensé
del precio de la pina y la última decisión
que ha tomado el gobierno.

Si es demasiado tarde
para conmemorar un día
cualquiera
de la vida
o lamentar los dos algún suceso
tú propones cantar —en francés, por ejemplo
«je ne suis jamáis seul»
y yo te voy queriendo
aunque luego no es
nada
tan sencillo.