DE LA JORNADA QUE SU MAJESTAD HIZO A ANDALUCÍA de Luis de Góngora

Los días de Noé bien recelara
Si no hubiera, Señor, jurado el cielo
En su arco tu piedad, o hubiera el hielo
Dejado al arca ondas que surcara.

Denso es mármol la que era fuente clara
A ninfa que peinaba undoso pelo;
Montes coronan de cristal el suelo;
Atado el Betis a su margen para.

A inclemencias, pues, tantas no perdona
El Fénix de Austria, al mar fiando, al viento,
No aromáticos leños, sino alados.

Aun a tu Iglesia más que a su corona
Importan sus progresos acertados:
Serena aquel, aplaca este elemento.