Después que me miraste, 22 de Antonio Carvajal

Cuéntase de un zagal heroico antiguo
tal singular hazaña: consiguió
dominar preciadísimo caballo
asustadizo de su sombra

guiándolo hacia el sol; obtuvo, así,
loa y acatamiento de los hombres.
Pero mayor hazaña fue la tuya
después que me miraste
pues mi pasión e instinto condujiste
a la luz de la vida y hoy me miro
en el espejo de tus ojos puros
dócil corcel de amor.