(En el puerto)
Hay algo de tristeza en el paisaje
la mañana
penetra con su luz por mi ventana
a mi ser interior y es como ultraje
al fastidio sin fin de mi tristeza.
Aunque trate
de no ver el paisaje exterior, miro
en una pieza
que hay frente a frente a la ventana mía
dos viejecitas: una que bosteza
y otra que lentamente bebe mate…
Yo siento no se qué melancolía.
De vez en cuando pasa por la calle
un transeúnte que fuma un cigarro
o pasa algún chiquillo que contento
pisa las pozas salpicando barro.
El paisaje brumoso
serpentea en los cerros, tortuoso
y se desliza por las calles planas.