Donde clamo por Ángela

Y te busqué por pueblos,
Y te busqué en las nubes.
José Martí

Ángela, me dabas fiebre
me moría recorriendo tu cuerpo lleno de sobresaltos
y palabras inimaginables a tus catorce años.

Ángela, me hacían temblar tus piernas prodigiosas
tus senos con sabor a chocolate
duros
como marcando un precipicio por el que me hundía
increpado violentamente por tu demagógica inocencia.

Ángela, qué será de mí este sábado en que invento un rostro
te llamo por tus dos apellidos a lo largo del malecón
registro cines, parques
y no encuentro siquiera la sombra de tu sombra.

Ángela, cómo pasan los meses
cómo te me has ido desvaneciendo
el tiempo es un animal revolcándose en tu piel
rompiéndola.

No dejes que te acabe
regresa
vuelve a vivir conmigo,
Ángela, amor, hija de la gran puta,
vuelve a darme tu fiebre.