Ecatepec de Morelos, México, D.F., mayo/2002 de Rubén Izaguirre Fiallos

-¿Verdad, papá,
verdad que esos niños sólo están muertos
en la pantalla del televisor?-

-No, mi amor, esas criaturas
ya no existen en la realidad; se han ido,
ya no están, sus cuerpos
pronto serán unos esqueletos-

-Ya sé papá, ya sé:
apaguemos el tele
para que la muerte se detenga
o cambiemos de canal
para que se vaya
a otro lado.-