La Virgen María
penaba y sufría.
Jesús no quería
dejarse acostar
– ¿No quieres?
– No quiero.
Cantaba un jilguero
sabía a romero
y a luna el cantar.
La Virgen María
probó si podía
del son que venía
la gracia copiar.
La Virgen María
penaba y sufría.
Jesús no quería
dejarse acostar
– ¿No quieres?
– No quiero.
Cantaba un jilguero
sabía a romero
y a luna el cantar.
La Virgen María
probó si podía
del son que venía
la gracia copiar.
Capitán y español, no está avezado
a curarse de herida que ha dejado
intacto el corazón dentro del pecho.
Ello, ocurrió de suerte
que a los favores de un azar villano,
pudo llegar el hierro hasta esa mano,
que tuvo siempre en hierros a la muerte.
A ti, por quien moriría,
me gusta verte llorar.
En el dolor eres mía
en el placer te me vas.
¡Dios te bendiga, amor, porque eres bella!
¡Dios te bendiga, amor, porque eres mía!
¡Dios te bendiga, amor, cuando te miro!
¡Dios te bendiga, amor, cuando me miras!
¡Dios te bendiga si me guardas fe;
si no me guardas fe, Dios te bendiga!