El gozo de la joven panadera
Brotó de las caricias matinales
Del fuego que convierte a los trigales
En panes de morena caballera.
El rojo crepitar de la madera
Quemó las inclemencias invernales;
La lumbre de los soles tropicales
Doró la juventud de la pradera.
El fuego atardecido en la herrería
Moldeó la dimensión de los balcones
En rizos de enrejada fantasía.
El fuego, corazón de los talleres,
Llevó en universales expresiones
Aliento de artesanos menesteres.