Kikirikí,
estoy aquí,
decía el gallo
Colibrí.
El gallo Colibrí
era pelirrojo,
y era su traje
de hernoso plumaje.
Kikirikí.
Levántate campesino,
que ya está el sol
de camino.
–Kikirikí.
Levántate labrador,
despierta con alegría,
que viene el día.
–Kikiriki.
Niños del pueblo
despertad con el ole,
que os esperan en el «cole».
El pueblo no necesita reloj,
le vale el gallo despertador.