El gato bajo el arco de María Eugenia Caseiro

Ya habías alcanzado
al ratón de tus axiomas
ahora detenido en el reloj
Ah!, mi amigo
que tu no creas quererme a la hora del baño
que te asuste
que en tu calidad
desaparezcas
compañero…

y apaciblemente debajo de un arco
quede la blancura del gato que fuiste
reclinado en la sombra
tenue y combada de tus miedos

-nueva pista
que presume la elipsis
sin sentir que te llaman-

que atentamente descubres
el tiempo bajo el arco
golpeando el mármol que eras
presencia embelesada
que ya no me acompaña

Ahora en tu mejor postura
eres redondo y feliz
como la novia de tus sueños.