Con los ojos bien abiertos al enigma
vemos que las formas no son nuestras
No es nuestro el espacio ni el tiempo
ni son nuestros los frutos que se encienden
en las ramas curvadas o enhiestas
No es nuestra la transparencia del deseo
ni las alas del grillo ni su canto
ni siquiera el vuelo de las hojas secas
Si acaso hay algo nuestro ¡Es un misterio!
La pasión del canto con el azoro a cuestas