El nuevo Jules Verne de Joseph Brodsky

3. Conversación en el salón de pasajeros

«¿El archiduque? ¡Un monstruo, sin duda! Aunque, si bien lo
miras,
es imposible negarle al hombre cierta virtud…»
«Los esclavos critican al señor. Y los señores, la esclavitud.»
«¡Qué círculo vicioso!» «¡No, más bien un salvavidas!»
«¡Espléndido jerez!» «Toda la noche sin poder dormir.
Qué sol más horroroso. Me ha quemado los hombros, el bandido.»
«¿… y si se ha abierto una vía de agua? Como he leído, puede ocurrir.
¡Figúrese que se ha abierto una vía y empezamos a hundirnos!»

«¿Ha naufragado alguna vez, teniente?» «Nunca. Pero me mordió
un tiburón.»
«¿Sí? Qué curioso… Pero, imagínese que empieza a entrar
agua… Y figúrese que…»
«Quién sabe, tal vez el trance obligue a asomarse a la cubierta
a la del I 2-B.»
«¿Quién es?» «Viaja en el barco a Curaçao, es hija del gobernador.»

* * *

4. Conversaciones sobre cubierta

« Yo, profesor, también de joven tenía el ideal
de descubrir alguna isla, no sé, algún bacilo, una fiera…»
«¿Y qué se lo impidió?» «Es que la ciencia me supera.
Y luego además, esto, lo otro.» «¿Perdón?» «¡Aaah… el vil metal.»

«Porque, ¡¿qué es el hombre?! ¡No más que un mosquito, la verdad!»
«Y dígame, monsieur, ¿en Rusia qué, resulta que hasta tienen goma?»
«¡Voldemar, estése quieto! ¡Me ha mordido, Voldemar!
No olvide que si yo…» «Cousine, ¿verdad que me perdona?»

«Oye, chaval.» «¿Qué hay?» «¿Qué será eso, lejos? ¿Ves?»
«¿Dónde?» «Allí, a la derecha.» «No veo.» «Ah, diría…
Parece una ballena. ¿No tiene nada para envolver?» «No, sólo
el diario del día…
¡Pero si crece! ¡Mira!… Es inmens…»