Salir de mí,
ir hacia los otros,
amanece y el aire aún es limpio,
sencillamente fresco.
Conforme avanzo el sol
se deja notar más,
no interviene en mi camino,
pero está ahí, entre mis pasos:
voy hacia los otros,
dejo atrás la música primera
de los pájaros,
y se incorporan señales
de un mundo elegido
y al mismo tiempo rehusado;
no llego a conclusiones,
no dejo hacer al pensamiento,
no niego, separo
el interior del exterior,
elijo la ola y la espuma,
el tono de ruido,
el momento del viento;
ahora que estoy afuera
pero voy por dentro.