Un sincero homenaje, como exige
La muerte de un poeta que nos deja tan joven :
Hagámosle. Que brille el epitafio
Para aquel cuyo nombre se escribió sobre el agua.
Pero eso sí. Quemad todas sus ropas,
Papeles y demás. Arrancad las ventanas
Y rascad las paredes de esta casa maldita.
Que la tuberculosis se aleje de nosotros.
Que no vuelva a venir otro poeta.