En mi casa vivían magrebíes.
Se fueron sin pagar, dice el casero.
La portera me paró en el descansillo:
-qué bien que hayas venido, tú no sabes..
lo guarros que eran estos moros.
Vivían un montón y entraban y salían,
recogían muebles de la calle,
no sabes que trajín tenían..
Y como no tengo nada que hacer,
mas que poner cara de que voy con prisa…
Me despido educadamente de la gorda portera
… Y pienso. Pienso mucho porque es gratis
y se me da de perlas. …
Yo también tengo muebles recogidos en la calle.
Pelusas por el pasillo.
y me siento extranjera.
Vivo sola,
pero tengo un trajín de gente dentro,
donde el pecho.
Pienso…
cojo una manzana y mientras muerdo el mundo…
sueño con una bonoloto, en lo que haría…
invitarle este verano a la portera
a un paseito en patera.