En un overo rosao de Estanislao del Campo

En un overo rosao,
Flete nuevo y parejito,
Caía al bajo, al trotecito,
Y lindamente sentao,
Un paisano del Bragao,
De apelativo Laguna,
Mozo jinetazo,¡ahijuna!,
Como creo que no hay otro
Capaz de llevar un potro
Asofrenarlo en la luna.
¡Ah criollo!, si parecía
Pegao en el animal,
Que aunque era medio bagual
A la rienda obedecía,
De suerte que se creería
Ser no sólo arrocinao,
Sino también del recao
De alguna moza pueblera:
¡Ah Cristo¡ ¡quien lo tuviera!…
¡Lindo el overo rosao!

Como que era escarciador,
Vivaracho y coscojero,
Le iba sonando al overo
La plata que era un primor;
Pués era plata el fiador,
Pretal, espuelas, virolas,
Y en las cabezadas solas
Traía el hombre un Potosí:
¡Qué!…¡Si traía para mí,
Hasta de plata las bolas!

En fin, como iba a contar,
Laguna al río llegó,
Contra una tosca se apeó
Y empezó a desensillar.
En esto, dentró a orejiar
Y a resollar el overo,
Y jué que vido un sombrero
Que del viento se volaba
De entre una ropa, que estaba
Más allá, contra un apero.

Dió güelta y dijo el paisano:
-¡Vaya Záfiro! ¿Qué es eso?-
Y le acarició el pescuezo
Con la palma de la mano.
Un relincho soberano
Pegó el overo que vía
A un paisano que salía
De la agua en un colorao
Que al mesmo overo rosao
Nada le desmerecía.