Hermano:
te buscaré detrás de las esquinas.
Y no estarás.
Te buscaré en la nube de los pájaros.
Y no estarás.
Te buscaré en la mano de un mendigo.
Y no estarás.
Te buscaré también
en la Inicial Dorada de un Libro de Oraciones.
Y no estarás.
Te buscaré en la noche de los gnomos.
Y no estarás.
Te buscaré en el aire de una caja de músicas.
Y no estarás.
(Te buscaré en los ojos de los Niños.
Y allí estarás.)