EPIGRAMAS (El trapacero Canuto) de Antonio Plaza Llamas

El trapacero Canuto
hace un año que murió:
pagó a la parca tributo…
—Fue lo único que pagó.

*

Tú que el dedo no te mamas
espero que me dirás:
¿por qué a las mujeres, Blas,
algunos les llaman damas?
—Porque aman al que da más.

*

Dijo la niña Isabel
cuando con Juan se midió:
no somos iguales: él
tiene un dedo más que yo.

*

Oiga, señor de la Torre,
¿por qué a un militar cualquiera
le dicen que está en carrera?
¿Por qué ha de ser?… porque corre.

*

¡Lindos pies te ha dado Dios!
bien mereces otros dos.

*

Hicieron guarda de aduana
marítima a Jaramillo,
y a poco su bella hermana
resultó con un chiquillo.
Él, muy enojado, pronto
quiso matar al muchacho;
pero ella le dijo: «¡tonto!
¡te quedas sin el despacho!»