Epitafios de la guerra de Rudyard Kipling

1914-18

1. «Igualdad en el sacrificio»

A. «Yo era un Tengo». B. «Yo era un «no-tengo».»
(Juntos) «¿Qué habéis dado que no haya dado yo?»

* * *

2. Un sirviente

Estábamos juntos desde que la Guerra comenzó.
El era mi sirviente -y el mejor de los dos-.

* * *

3. Un hijo

Mataron a mi hijo mientras de alguna broma se reía. Me hubiese gustado saber
qué era, pues tal vez pueda servirme el día en que las bromas falten.

* * *

4. Un hijo único

A nadie he matado salvo a mi madre. Ella
(bendiciendo su asesinato) murió de dolor por mí.

* * *

5. Ex-oficinista

¡No haya tristeza! El Ejército dio
libertad a un tímido esclavo:
en el que la Libertad encontró
fuerza en el cuerpo, el alma y la voluntad:
por esa fuerza llegó a probar
la Alegría, el Compañerismo y el Amor:
por ese Amor a la Muerte partió:
y en esa Muerte yace contento.

* * *

6. El milagro

Cuerpo y Espíritu rendí enteros
a los severos instructores -y recibí un alma…
Si el hombre mortal puede cambiarme por completo
de todo lo que era -¿qué no podrá el Creador hacer?

* * *

7. Hindú cipayo en Francia

Este hombre en su propia tierra rezaba no sabemos a qué Poderes.
Nosotros le rezamos para pagarle por su bravura en la nuestra.

* * *

8. El cobarde

No podía mirar a la Muerte, cuando fue sabido,
a ella los hombres me condujeron, solo y con los ojos vendados.

* * *

9. Conmoción

Mi nombre, mis palabras, de mí me había olvidado.
Vinieron mi esposa e hijos -no los conocía-.
Morí. Mi Madre después. A su llamada
y entre sus pechos lo recordé todo.

* * *

10. Una tumba cerca de El Cairo

Dioses del Nilo, debería este joven fuerte
irse -¡Irse!- No conoce el miedo o la vergüenza.

* * *

11. Pelícanos en el desierto

Una tumba cerca de Halfa
La arena volada sobre mí se amontona, que no pueda saber nadie
donde estoy tendido para que mis hijos se aflijan…
Oh alas que baten al alba, devolved
del desierto a vuestro joven en vísperas.

* * *

12. Dos conmemoraciones canadienses

I
Damos todo lo que ganamos, todo.
Nadie se lamenta por nosotros o se nos elogia.
Sólo en todas las cosas recuerdan,
es el Miedo, no la Muerte, lo que mata.
II
De pequeñas ciudades en tierras lejanas llegamos,
a salvar nuestro honor y un mundo en llamas.
En pequeñas ciudades de tierras lejanas dormirnos;
y confiamos en el mundo que ganamos para que tú la mantengas.

* * *

13. El favor

La Muerte desde el principio me favorecía, sabiendo bien que no podría aguantar
esperarla día tras día. Abandonó mis superiores y vino
silbando por los campos, y, después de asegurarse bien,
«A su final llega tu línea», dijo, «pero he salvado, por lo menos, su
nombre».

* * *

14. El principiante

En la primera hora de mi día primero
en la trinchera del frente caí.
(Niños que juegan sobre cajas
se levantan para verlo bien.)

* * *

15. R.A.F. (De dieciocho años)

Riendo a través de las nubes, todavía sus dientes de leche sin caer,
ciudades y hombres con violencia golpeó desde lo alto.
Sus muertes salvó, ha vuelto al juego
de los niños, con cosas de niños ahora abandonadas.

* * *

16. El hombre refinado

Era de espíritu delicado. Por mis necesidades me aparté
desdeñando los comunes oficios. Fui visto desde lejos y fui muerto…
¿Cómo entiende esto la alegría? Dejad que sea cada hombre juzgado por sus acciones.
He pagado el precio por vivir conmigo en los términos que yo he querido.

* * *

17. Nativo porteador de agua (M.E.F.)

Prometeo trajo el fuego al hombre.
Este trajo el agua.
Los Dioses están celosos -ahora, como entonces-,
y no dan tregua.

* * *

18. El centinela dormido

Descreída la mirada que sostengo: ahora no tengo nada que guardar .
Fui asesinado porque dormía: ahora muerto duermo.
Que nadie me reproche de nuevo, lo que quiera que mire está sin guardar-
duermo porque estoy muerto. Porque dormí me mataron.

* * *

19. Batería sin munición

Si alguien en el taller nos llora, decid
que estamos muertos porque el turno guardó fiesta.

* * *

20. Forma común

Si alguien pregunta por qué hemos muerto,
decidles, porque nuestros padres mintieron.

* * *

21. Un estadista muerto

No podía comprender: no me atrevía a robar:
Mentí por tanto para complacer a la multitud.
Ahora mis mentiras se han descubierto todas
y debo enfrentarme a los hombres que maté.
¿Qué cuento podrá servirme aquí, en medio
de mis jóvenes enfurecidos, defraudados?

* * *

22. El rebelde

Si había reclamado ante Vuestra Puerta
Vida sobre la Tierra,
y, escondido entre las almas que esperan,
fui arrojado de repente al nacimiento-
incluso entonces, entonces incluso, con trampas y cepos
en mi camino esparcidos,
Señor, me he burlado de Vuestros atentos cuidados
antes de unirme a la Muerte.
¿Pero ahora? …Bajo Vuestra Mano estaba
antes aún de que los planetas se formaran.
Y ahora -aunque los planetas pasen-, permanezco
en donde sé de Vuestra vergüenza.

* * *

23. El obediente

Cada día, aunque ningún oído atendiese,
mis oraciones surgían.
Cada día, aunque ningún fuego descendiese,
hice el sacrificio.
Aunque no se desvaneciera en mí la oscuridad,
aunque no enfrentase menores fuerzas,
aunque no concediesen los Dioses regalo alguno, a pesar de todo,
a pesar de todo, serví a los Dioses.

* * *

24. Alguien que dejó Tarento

Desde el viento frío del Norte con barco y compañeros descendió,
en busca de los huevos de la muerte depositados en cascarones invisibles.
Encontraron muchos que tomaron en su viaje y llevaron adelante. La
pesquería de repente fue pasto
de las llamas y un suspiro clamoroso llegaba alojo de las gaviotas hambrientas.

* * *

25. Destructores en colisión

En la Niebla y el Destino ningún hechizo se encuentra
que ilumine o enmiende.
Yo, corriendo hacia mi novia, fui ahogado-
cortado por mi mejor amigo.

* * *

26. Convoy de escolta

Un pastor era para los idiotas,
sin motivo audaces o miedosos.
No soportaban someterse a mis órdenes.
Todavía escaparon. Por mí que permanecí.

* * *

27. Desconocido cadáver de mujer

Sin cabeza, me falta el pie y la mano,
horrible llego a la tierra.
Ruego a todos los hijos de mujer
que sepan que yo fui madre una vez.

* * *

28. Golpeada y vengada

Uno me utilizó sanguinario: otro me espiaba
rota -por esto un centenar murieron.
Así entre las huestes salvajes fue aprendido
cuánto vale el favor de una mujer libremente nacida.

* * *

29. Tumba salónica

Mil días les he mirado
empujados hacia la noche y arrastrados
lentamente como tortugas.
Ahora yo, también, les sigo.
Es la fiebre, y no la lucha-
-el tiempo, no la batalla-, lo que mata.

* * *

30. El deposado

No me llames falso, amada,
si, desde vuestro apenas conocido pecho
hace tan poco tiempo apartado,
en otros brazos descanso.

Por esta novia más anciana,
a quien fríamente abrazo,
constantemente a mi lado estaba
antes aún de reconocer sus rasgos.

Nuestro matrimonio, a menudo fijado-
por un milagro se demoraba-
finalmente es consumado,
y ya no puede ser deshecho.

Vive, pues, que la Vida ha de sanarte,
casi, de la Memoria,
y déjanos perdurar
su inmortalidad.

* * *

31. V.A.D. (Mediterráneo)

Ah, podrían no haber existido nunca barcos veloces, por entonces no
los habíamos encontrado,
entre estas ásperas rocas del Egeo, esta pequeña virgen ahogada,
a quien no desposa nadie, no habrá niño que la llore sino los hombres
que en el dolor ha criado
y -ciertos barcos por cuyo retorno los nativos miran en vano.

* * *

32. Actores

En una lápida conmemorativa en la Iglesia de la Santísima Trinidad,
Stratford-on-A von.

Una vez fingimos para deleite vuestro,
alegría y tristeza de los hombres: pero nuestro día ha pasado.
Rogamos sus disculptas dondequiera que en un momento hayamos caído-
viendo que vuestros servidores hemos sido hasta este fin.

* * *

33. Periodistas

En un panel en el recibidor del Instituto de Periodistas

Hemos servido a nuestro tiempo.

Versión de Luis Cremades