Los ranchos dorados cercados de cardos;
chanchos en las calles;
una rueda de carreta
junto a un rancho, un excusado en el patio,
una muchacha llenando su tinaja,
y el Momotombo
azul, detrás de los alegres calzones colgados
amarillos, blancos, rosados.
Poemas de Ernesto Cardenal
El agua de South
West Bay es más
azul que el cielo
pero tus ojos son
más azules que
south west bay
Y en las cuevas de
(…)
han llegado ya
las lluvias de mayo,
han vuelto a
florecer los malinches colorados
Y el camino del
Diriá está alegre
lleno de charcos;
pero ya vos
no estás conmigo
(fragmento)
Y los perros. Los perros de Pedrarias.
El indio tenía un palo
y le echaban primero los perros cachorros
(para enseñarles montería) .
Cuando los tenía vencidos con el palo
soltaban los lebreles y los alanos de Pedrarias.
1. Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.
Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.
Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,
un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica.
Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,
otras soñarán con este amor que no fue para ellas.
1. En Pascua resucitan las cigarras
-enterradas 1 7 años en estado de larva-
millones y millones de cigarras
que cantan y cantan todo el día
y en la noche todavía están cantando.
Sólo los machos cantan:
las hembras son mudas.
1. Yo no canto la defensa de Stalingrado
ni la campaña de Egipto
ni el desembarco de Sicilia
ni la cruzada del Rhin del general Eisenhower:
Yo sólo canto la conquista de una muchacha.
*
2.
En el principio
-antes del espacio-tiempo-
era la Palabra
Todo lo que es pues es verdad.
Poema.
Las cosas existen en forma de palabra.
Todo era noche, etc.
No había sol, ni luna, ni gente, ni animales, ni plantas.
No es que yo crea que el pueblo me erigió esta estatua
porque yo sé mejor que vosotros que la ordené yo mismo.
Ni tampoco que pretenda pasar con ella a la posteridad
porque yo sé que el pueblo la derribará un día.
Verdes tardes de la selva; tardes
tristes. Río verde
entre zacatales verdes;
pantanos verdes.
Tardes olorosas a lodo, a hojas mojadas, a
helechos húmedos y a hongos
El verde perezoso cubierto de moho
poco a poco trepando de rama en
rama, con los ojos cerrados como
dormido pero comiendo
una hoja, alargando un garfio primero
y después el otro,
sin importarle las hormigas que le pican,
volteando lentamente el bobo rostro
redondo, primero a un lado
y luego al otro,
enrollando por fin la cola en una rama
y colgándose pesado como
una bola de plomo; el salto del sábalo en el río;
el griterío de los monos comiendo
malcriadamente, a toda prisa,
arrojándose las cáscaras de anona unos a otros
y peleándose, charlando, arremedándose
y riéndose entre los árboles;
monas chillonas cargando a tuto monitos
pelones y trompudos;
la guatusa bigotuda y elástica
que se estira y encoge
mirando a todos lados con su ojo redondo
mientras come temblando;
espinosas iguanas… temblando;
espinosas iguanas
como dragones de jade
corriendo sobre el agua
(¡flechas de jade!);
el negro con su camisa rayada, remando
en su canoa de ceiba.
Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.
Ya están cantando los gallos.
Ya ha cantado tu gallo comadre Natalia
ya ha cantado el tuyo compadre Justo.
Levántense de sus tapescos, de tus petates.
Me parece que oigo los congos despiertos in la otra costa.
Podemos ya soplar un tizón – Botar la bacinilla.
Anoche soñé con un coito, un sueño realista, hiperrealista.
Me martirizás con la carne
para que te quiera más
mas no carnalmente.
Aquí pasaba a pie por estas calles,
sin empleo ni puesto y sin un peso.
Sólo poetas, putas y picados
conocieron sus versos.
Nunca estuvo en el extranjero.
Estuvo preso.
Ahora está muerto.
No tiene ningún monumento…
Pero
recordadle cuando tengáis puentes de concreto,
grandes turbinas, tractores, plateados graneros,
buenos gobiernos.
Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido ni
asiste a sus mítines
ni se sienta a la mesa con los gánsters
ni con los Generales en el Consejo de Guerra
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans
Será como un árbol plantado junto a una fuente.
Como latas de cerveza vacías y colillas
de cigarrillos apagados, han sido mis días.
Como figuras que pasan por una pantalla de televión
y desaparecen, así ha pasado mi vida.
Como automóviles que pasaban rápidos por las carreteras
con risas de muchachas y músicas de radios…
Y la belleza pasó rápida, como el modelo de los autos
y las canciones de los radios que pasaron de moda.
Cuando los dorados corteses florecieron
nosotros dos estábamos enamorados.
Todavía tienen flores los corteses
y nosotros ya somos dos extraños.
De estos cines, Claudia, de estas fiestas,
de estas carreras de caballos,
no quedará nada para la posteridad
sino los versos de Ernesto Cardenal para Claudia
(si acaso)
y el nombre de Claudia que yo puse en esos versos
y los de mis rivales, si es que yo decido rescatarlos
del olvido, y los incluyo también en mis
versos
para ridiculizarlos.
Detrás del monasterio, junto al camino,
existe un cementerio de cosas gastadas,
en donde yacen el hierro sarroso, pedazos
de loza, tubos quebrados, alambres retorcidos,
cajetillas de cigarrillos vacías, aserrín
y cinc, plástico envejecido, llantas rotas,
esperando como nosotros la resurrección.
2 AM. Es la hora del Oficio Nocturno, y la iglesia
en penumbra parece que está llena de demonios.
Esta es la hora de las tinieblas y de las fiestas.
La hora de mis parrandas. Y regresa mi pasado.
‘Y mi pecado está siempre delante de mí’
Y mientras recitamos los salmos, mis recuerdos
interfieren el rezo como radios y como roconolas.
En Pascua resucitan las cigarras
enterradas 17 años en estado de larva
millones y millones de cigarras
que cantan y cantan todo el día
y en la noche todavía están cantando.
Sólo los machos cantan:
las hembras son mudas.
Entras otra vez como música, como luz,
música sin ondas acústicas, luz sin fotones.
Caricia sin el tacto, sólo la pura caricia.
El que inventó el sexo
¿no sabrá amar?
1. Aquí pasaba a pie por estas calles, sin empleo ni puesto,
y sin un peso.
Sólo poetas, putas y picados conocieron sus versos.
Nunca estuvo en el extranjero.
Estuvo preso.
Ahora está muerto.
No tiene ningún monumento.
Pero
recordadle cuando tengáis puentes de concreto,
grandes turbinas, tractores, plateados graneros,
buenos gobiernos.
Escucha mis palabras oh Señor
Oye mis gemidos
Escucha mi protesta
Porque no eres tú un Dios amigo de los dictadores
ni partidario de su política
ni te influencia la propaganda
ni estás en sociedad con el gángster.
No existe sinceridad en sus discursos
ni en sus declaraciones de prensa
Hablan de paz en sus discursos
mientras aumentan su producción de guerra
Hablan de paz en las Conferencias de Paz
y en secreto se preparan para la guerra
Sus radios mentirosos rugen toda la noche
Sus escritorios están llenos de planes criminales
y expedientes siniestros
Pero tú me salvarás de sus planes
Hablan con la boca de las ametralladoras
sus lenguas relucientes
son las bayonetas…
Castígalos oh Dios
malogra su política
confunde sus memorándums
impide sus programas
A la hora de la Sirena de Alarma
tú estarás conmigo
tú serás mi refugio el día de la Bomba
Al que no cree en la mentira de sus anuncios comerciales
ni en sus campañas publicitarias, ni en sus campañas políticas
tú lo bendices
lo rodeas con tu amor
como con tanques blindados.
Esta será mi venganza:
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta
famoso
y leas estas líneas que el autor escribió para ti
y tú no lo sepas.
Hazme justicia Señor
porque soy inocente
Porque he confiado en ti
y no en los líderes
Defiéndeme en el Consejo de Guerra
defiéndeme en el Proceso de testigos falsos
y falsas pruebas
No me siento con ellos en sus mesas redondas
ni brindo en sus banquetes
No pertenezco a sus organizaciones
ni estoy en sus partidos
ni tengo acciones en sus compañías
ni son mis socios
Lavaré mis manos entre los inocentes
y estaré alrededor de tu altar Señor
No me pierdas con los políticos sanguinarios
en cuyos cartapacios no hay más que el crimen
y cuyas cuentas bancarias están hechas de sobornos
No me entregues al Partido de los hombres inicuos
¡Libértame Señor!
Ileana: la Galaxia de Andrómeda,
a 700.000 años luz,
que se puede mirar a simple vista en una noche clara,
está más cerca que tú.
Otros ojos solitarios estarán mirándome desde Andrómeda
en la noche de ellos. Yo a ti no te veo.
La dulzura de ciertas palabras como
‘nosotros dos’.
Deambulo solitario entre los besos.
De mis soledades vengo
no vuelva a mis soledades.
Sentí que la eternidad
será esstar juntos los dos.
Dios que me quiere como si yo fuera Dios.
Hermano, amaneció. Mirá.
Ahora podemos ver ya el volcán Masaya
y su humo
saliendo del cráter, y la laguna, verde, de Masaya,
más allá la laguna de Apoyo, muy azul,
las Sierras, y serranías de color cielo
hasta la lejanía, la verdad es
que nuestra tierra es de color de cielo,
más lejos, ¿lo ves?
Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí este artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.
Muchachas que algún día leáis emocionadas
estos versos
y soñéis con un poeta:
sabed que yo los hice para una como vosotras
y que fue en vano.
Nuestras relaciones…
Esta simbiosis que somos.
Vos sabés lo que buscaba:
belleza que no se engorde,
amor que no se aburguese.
Por otra parte vos:
querías tener amor con alguien
por lo que fui hecho.
Yo no hice nada para enamorarte.
Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la tierra con el nombre de
Marilyn Monroe
aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a
los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.
Dios mío Dios mío ¿por qué me has abandonado?
Soy una caricatura de hombre
………………………………………el desprecio del pueblo
Se burlan de mí en todos los periódicos
Me rodean los tanques blindados
estoy apuntado por las ametralladoras
y cercado de alambradas
………………………………………las alambradas electrizadas
Todo el día me pasan lista
Me tatuaron un número
Me han fotografiado entre las alambradas
y se pueden contar como en una radiografía todos mis huesos
Me han quitado toda identificación
Me han llevado desnudo a la cámara de gas
y se repartieron mis ropas y mis zapatos
Grito pidiendo morfina y nadie me oye
grito con la camisa de fuerza
grito toda la noche en el asilo de enfermos mentales
en la sala de enfermos incurables
en el ala de enfermos contagiosos
en el asilo de ancianos
agonizo bañado de sudor en la clínica del psiquiatra
me ahogo en la cámara de oxígeno
lloro en la estación de policía
en el patio del presidio
………………………………..en la cámara de torturas
………………………………………………..en el orfelinato
estoy contaminado de radioactividad
………………………….y nadie se me acerca para no contagiarse
Pero yo podré hablar de ti a mis hermanos
Te ensalzaré en la reunión de nuestro pueblo
Resonarán mis himnos en medio de un gran pueblo
Los pobres tendrán un banquete
Nuestro pueblo celebrará una gran fiesta
El pueblo nuevo que va a nacer.
Sobre el mojado camino en el que las muchachas con sus cantaros
van y vienen,
cortado en gradas en la roca,
colgaban como cabelleras o como culebras
las lianas de los arboles.
Y una especie de supersticion flotaba en todas partes.
Te doy Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.
Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.
Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,
un día se divulgarán, tal vez por toda Hispanoamérica.
Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,
otras soñarán con este amor que no fue para ellas.
Tiempo, yo te odio. Aunque sin ti no existiera.
Y por tu pasar moriré aunque por tu pasar nací.
Como San Francisco de Borja yo quiero ahora
amar a alguien a quien no toque el tiempo
y que alquilemos un cuarto donde la noche no pase
ni se apaguen uno a uno los anuncios de neón.
Vi hace muchos años desde un bus en Virginia
o Alabama
una muchacha rosada, con pantalones azules
subida a una escalera, cortando manzanas
(la madre llamando desde adentro)
y otra muchacha, la hermana, pantalones azules
pintando de blanco el porche de la casa
-Y miraron hacia el bus que pasaba y aceleraba.
Yo he sido muy ardiente.
La historia de mi vida ha sido una historia de amor.
¿De amor? ¡De soledad!
De soledad y amor.
De soledad.
Sexualmente
muy ardiente.
Yo que he tenido la mala suerte
de que Dios se enamorara de mí.
He quedado fuera del juego erótico.
Otros en esos juegos se reirán de mí.
Cuando mi amor en Granada
ilimitado ¿estabas celoso?
Mis deseos sexuales han sido y son
tan sólo analogías de mi amor a vos.