Escritura de Alejandro Duque Amusco

He visto la luz,
su aullido blanco en la mañana,

la ternura de la noche revestida
de fatuos centelleos,

he visto
el mar con su rizada lengua

y la boscosa tarde a punto de enmudecer
en un invierno embravecido.

He visto un jardín
abriéndose
a un desierto-
el desierto era sólo
la soledad del hombre.
Y más.
He visto la obra limpia:
la llama y la belleza
-refulgían las dos como un único fuego.

Fuego verbal
para mi noche
escrita.